Luigi Boccherini

Luigi Boccherini

Rodolfo Luigi Boccherini (Lucca, 1743 - Madrid, 1805), compositor italiano conocido por sus obras de música de cámara y por haber sido uno de los primeros grandes virtuosos del violonchelo.

Nacio el 19 de febrero de 1743, en una casa que hoy se conoce como Palazzo Quilici, en la pequeña ciudad italiana de Lucca, entonces capital de una diminuta república de la Toscana, cerca de la costa ligur y no lejos de Pisa.

Su padre, Leopoldo di Antonio Boccherini, virtuoso del contrabajo y violonchelista ocasional, había ya tenido dos hijos de su esposa María Santa di Domenico Prosperi: la mayor, y futura bailarina, María Ester, y un muchacho, Giovanni Gastone, y tendría otros dos más: Anna-Matilda (1745) y Riccarda Gonzaga (1747).

LUCCA   (Los primeros 10 años)

El 22 de febrero fue bautizado en la parroquia de San Salvatore in Mustolio (actual iglesia de la Misericordia) con los nombres de Rodolfo Luigi. Al poco la familia se traslado al número 38 de la Vía della Dogana (hoy Grazie), para reducir gastos de alquiler.

Los luquenses eran unos grandes apasionados de la música y el teatro, tenian gran fama de competentes y muy exigentes. Lucca fue anfitriona de los mejores artistas de la época y en sus tres grandes teatros representaban las mejores óperas del momento.

Su padre era considerado uno de los contrabajistas de mayor valía de la ciudad y de Toscana, siendo nombrado en 1747, contrabajista supernumerario de la Capilla del Estado de Lucca. Su madre ante tantas vocas que alimentar tuvo que ponerse a trabajar en una sedería.

La republica de Lucca (de unos 20.000 habitantes) era famosa en todo el mundo por sus sedas, pero prohibidas para sus ciudadanos; pues desde 1748, los luquenses mayores de 18 años tenían que vestir, bajo pena de multa, de riguroso negro.

La vocación de Luigi se conformó muy pronto y ante el interes manifestado, su padre le enseño solfeo y le inició en el violonchelo (por el que se sentía atraido). Posiblemente su elección contrarió a su padre, que hubiera preferido un contrabajista que le pudiera substituir en la orquesta, pero el violonchelo era bien recibido; pues este instrumento servía para tocar el bajo continuo y acompañar las voces de los cantores del coro; por otra parte, en Lucca no había ningún buen violonchelista.

A los nueve años, el pequeño Luigi ya superaba a su padre en el violonchelo, por lo que éste envió al muchacho al seminario arzobispal de San Matino, donde ya estudiaba su hermano Giovanni y en donde daba clases don Domenico Francesco Vannucci (1718-1775), excelente maestro de violonchelo y maestro de la capilla de la catedral de Lucca. Por otra parte el seminario era la única institución que podía ofrecer una enseñanza media para los que no tenían medios económicos.

A finales de 1752 el abate Vannucci comunico a Luigi y a su padre que ya no le podía enseñar más, que era necesario acudir a quien supiese más que él. Pero antes de despedirse quiso presentar a Luigi a la ciudad. La ocasión se presento durante las fiestas de la Santa Cruz, Luigi se incorporó al coro de la Capilla Palatina e interpretó un "a solo" de violonchelo, que fue un éxito apoteósico.

R O M A   (de 10 a 13 años)

Vannucci aprovecho el exito para convencer a Leopoldo de que Luigi debía proseguir sus estudios en Roma, en donde una recomendación arzobispal permitiría a Luigi conseguir un acomodo decente en alguna congregación religiosa. En Roma estaba tambien Giovan Battista Costanzi, uno de los mejores violonchelistas de la época y el primero en utilizar el violonchelo como instrumento de concierto.

A comienzos de 1753 su padre le llevó a Roma y Costanci, nada más oirlo tocar, lo acepto como alumno. Luigi fue asiduo visitante de la Capilla Sixtina, donde se podían oir las obras de Palestrina; de algunas de las iglesias de Roma en donde se podían oir sinfonias y minuetos, el Miserere de Gregorio Allegri, etc.

En 1756 su padre consiguio una plaza como contrabajo en la orquesta del teatro de la corte de Viena (gracias al embajador de Lucca, el conde Battista Domenico Sardini) y otra de violonchelo para Luigi.

Luigi volvió a Lucca a principios del verano de 1756, para preparar el viaje con su padre a Viena. En el intermedio se presentó como solista de violonchelo en el concierto de agosto del monasterio de San Domenico y a finales de Septiembre en el de San Micheletto.

V I E N A   (de 13 a 18 años)

En 1757 ya en Viena, Leopoldo (y de nuevo gracias al conde Sardini) consiguió trabajo de bailarines para sus otros hijos: Maria Ester, Anna Matilda y Giovanni Gastone, en el cuerpo de baile del mismo teatro. Sardini también consiguió del senado de Lucca (quizas, influenciado por los encantos de María Ester), que se respetase el puesto y sueldo de contrabajista de Leopoldo.

En 1756, Prusia prohibío la venta de paños extranjeros. Paulatinamente otros estados alemanes tomaron medidas similares. Tales medidas supusieron un fuerte golpe para la república de Lucca.

Con todo, la permanencia de Leopoldo y Luigi en Viena no duró más de un año, pues en 1758 ya no figuraban en la nómina del Teatro Imperial. Posiblemente las reticencias del senado de Lucca en mantener el puesto de Leopoldo, ante la caida de las finanzas publicas, les obligaron a volver a Lucca.

Luigi celebró su primera comunion en Lucca en 1759, a los 16 años de edad, tambien ofrecio ese año un concierto en la Capilla Palatina.

En 1760 Luigi y su padre recuperaron su puesto en el Teatro Imperial de Viena y la fortuna de la familia Boccherini fue mejorando, María Ester se prometió con el famoso bailarín Onorato Viganò (protegido de la emperatriz María Teresa). Los Boccherini saltaron a las cronicas mundanas y Luigi aprovecho, con 17 años, para dar a conocer sus seis tríos (su op. 1 para dos violines y violonchelo), causando una excelente opinión. Gluck alabó su estilo maduro, su fantasía y riqueza melódica, fue suficiente para poner a Luigi en un pedestal.

Los seis trios, escritos en tonalidad mayor, acusan en la distribución de los movimientos el deseo de huir de los esquemas corellianos. Son seis pequeñas obras maestras, llenas de gracia, de vivacidad, matizadas en sus tiempos lentos por la típica cantabilidad boccheriniana.

LUCCA   (de 18 a 19 años)

Su juventud, su caracter abierto, su trato cordial y el atractivo que desprendía su personalidad, le abrieron todas las puertas de la nobleza vienesa. Pero Luigi no deseaba llevar una vida brillante en Viena, sino ser un compositor y violocentista respetado en su ciudad natal. Llevado por la añoranza de Lucca y el estado de salud de su madre, en agosto de 1760 solicitó un puesto como violocentista de la capilla (la orquesta) del Consejo Municipal de Lucca. Este se rodeaba de un ceremonial que incluía la participación frecuente de dicha capilla en actos religiosos, banquetes oficiales, fiestas públicas, etc.

En abril de 1761, Luigi y su padre retornarón a Lucca. Pero el Gran Consejo aún no había tratado su petición y la fama alcanzada por Luigi solo sirvieron para proporcionarle trabajos esporádicos en las orquestas de la Capilla y del Teatro y veladas musicales en las casas de algunos nobles. En 1761 Luigi compuso los 6 Cuartetos op. 2 y los 6 Dúos para dos violines op. 3, al año siguiente compuso cuatro sonatas para violonchelo y una sonata para dos violonchelos. Pero a finales de 1762, Luigi y su padre decidieron volver a Viena, antes de que finalizase la excedencia que les concedió la orquesta vienesa.

Luigi despues de crear el trío, dio cuerpo al cuarteto, las op. 1, 2 y 3 constituyen una primera demostración de equilíbrio, técnica y sustancia musical.

Las fiestas de la Santa Cruz y de San Miguel les proporcionaron los fondos necesarios para el viaje, pasaron la navidad con la familia que quedaba en Lucca: Santina (la madre) y Riccarda (la benjamina) y emprendieron camino hacía Viena.

V I E N A   (de 19 a 21 años)

Camino de Viena, a su paso por Módena, celebraron una velada musical el 7 de enero de 1763 en el Colegio de San Carlo, con lo mejor del repertorio de Luigi, consiguiendo un gran éxito y decidiendo a Luigi a presentarse ante el publico Vienes con un gran concierto compuesto por él.

Posiblemente en 1763 Luigi compuso los concientos en mi bemol mayor y la mayor para violonchelo y tres sonatas para violonchelo. A comienzos de 1764 Luigi pudo presentar en Viena su concierto (posiblemente con sus sonatas). El éxito fue enorme. Los criticos fueron unánimes: era un compositor genial y un violonchelista de primer orden y la dirección del Teatro le añadió una gratificación extraordinaria. A lo largo del año compuso una nueva colección de seis trios y tres sonatas para violonchelo.

El 26 de abril de 1764, el Consejo de Lucca aprobó, con tres años de dilaciones, el nombramiento de Luigi para la capilla con un sueldo de cinco escudos y un mes de plazo para tomar posesión de la plaza.

Luigi y su padre volvieron a Lucca, dejando a María Ester (a punto de casarse con Onorato Viganò) y a Giovanni Gastone, que tras ser bailarín, cantante y violinista; estaba a punto de convertirse en un famoso poeta y autor de libretos de ópera y oratoria como Il ritorno di Tobia estrenado en 1775 por Haydn.

El 4 de agosto Luigi y su padre ya se habían incorporado a la orquesta de la Capilla de Lucca, pero pronto comprendio que el sueldo no estaba al nivel del constante trabajo que se requería y aunque era reconocido como un virtuoso del violonchelo, este instrumento no dejaba de ser considerado como un mero acompañante de bajo continuo.

M I L A N   (a los 21 años)

Tras las representaciones de la Santa Cruz y San Miguel, el 9 de diciembre de 1764, Luigi consiguió un mes de licencia (sin sueldo) y se marchó a Milán, uno de los ambientes más refinados de Italia y residencia de Giovanni Battista Sammartini, famoso sinfonista y gran compositor instrumental (del que Gluck, alumno de éste, le había hablado en Viena).

En julio de 1765, Luigi y a su padre participaron en dos conciertos dirigidos por Sammartini, en Pavía y Milán, con ocasión del paso por las mismas de los archiduques de Habsburgo.

Los nueve meses de estancia en Milán le permitieron desarrollar sus composiciones vocales e instrumentales y formar (durante seis meses) el primer cuarteto de cuerda que interpretó musica de cámara para un público de pago. Al violonchelo estuvo Luigi, al violín los discipulos del gran Tartini: Filippo Manfredi (natural tambien de Lucca) y Pietro Nardini y con la viola: Giovanni Giuseppe Cambini. Basandose el repertorio en obras de Haydn, del propio Boccherini y probablemente de Cambini y Nardini.

Mientras en Lucca, la ausencia de los Boccherni suscitaba las críticas de los musicos de la Capilla y dado que la situación del cuarteto no aseguraba el futuro de Luigi, éste (tras un ataque de tisis) y su padre volvieron a Lucca.

L U C C A    (22 y 23 años)
Luigi Boccherini, por Pompeo Batoni (Lucca-1708, Roma-1787), National Gallery of Victoria, Melbourne

En Lucca los mayores éxitos musicales se daban en la música vocal (Lucchesi, Papia, Soffi, Tomeoni, etc), esto empujo a Luigi a trabajar en ese sector y a conseguir (gracias al amigo y protector de su familia, Lelio di Poggio) que los magistrados de Lucca le encomendaran la realización de la primera de las tres Cantatas (óperas), para las fiestas de las Tasche (elección de los miembros del Consejo General de la República; aquel año de 1765, del lunes 9 al 11 de diciembre).

Entre los instrumentistas (8 violines, 2 oboes, 2 violas, 1 violonchelo, 3 contrabajos, 2 trompetas y cornos) estubieron Manfredi, Luigi y Leopoldo y entre los cantantes: Andreoni, Baroni, Caselli, Caccioli y Guidi. Luigi cobro 44 liras por la composición de su cantata, pero irritado por no haber podido disponer más que de un ensayo de 6 a 12 de la mañana, se ausento, junto a Manfredi, de la cena oficial del 12 de diciembre; aunque Leopoldo les represento a los dos.

Íniciaba la cantata La confederazione dei Sabini con Roma una espléndida Sinfonia en re mayor de tres tiempos, la primera escrita por Luigi. Punteada de transparentes connotaciones y ecos sammartianos, clara, amplia y seductora en su brevedad. Inicia con un Allegro a cappella, agil y chispeante; le sigue un un Andantino de singular belleza, donde la cuerda sola manifiesta un lirismo de neto cuño boccheriniano; y finaliza con un presto en 8/8 lleno de elegancia y brío. La Cantata en dos coros (Romanos y Sabinos) a cuatro voces.

La representación no fue del agrado del autor del Libreto; pero fue muy elogiada por los luquenses, de modo que pocos meses despues pudo representar en la iglesia de Santa María Corteorlandini, dos oratorios de temas bíblicos, el Gioas, Re di Giudea y Il giuseppe riconosciuto (de Metastasio).

El oratorio Gioas escrito para voces solisatas, coro y orquesta, va precedido por una introducción orquestal en dos movimientos (Largo y Allegro). La primera parte con 7 arias precedidos de 7 recitativos, concluyendo el oratorio con un hermoso coro de muchachas judias. El oratoio Il Giuseppe riconosciuto para voces solistas (2 sopranos, 1 bajo, 2 tenores y 1 contralto), tambien en dos partes de siete recitativos+arias y coro final.

La Confederación de los sabinos y los dos oratorios, proporcionaron a Luigi la fama que no le habían dado sus composiciones instrumentales.

El 30 de agosto de 1766 moría su padre Leopoldo, a los 54 años de edad, victima de unas fiebres malignas y dejando a Luigi en una completa turbación; Leopoldo, no solo había sido su padre, sino el mejor de sus consejeros, sin él no había efectuado ningún viaje, ni aceptado ningún compromiso.

Tras la muerte de su padre, Luigi se sintió muy unido a Manfredi y con el partió, para siempre, de Lucca, en una gira por Lombardía. Gracias a la numerosas amistades de Manfredi (miembro de la masonería) y al virtuosismo del dúo, la gira fue un éxito. Destacando especialmente en Génova, en donde Manfredí había residido en varias ocasiones y había dado clases de violín.

P A R I S  (de 24 a 25 años)

Los éxitos, y el escaso interes existente en Italia por la música instrumental, les llevaron al sur de Francia: Dijon, Montpellier y Toulouse. Simultaneamente en paris se publicaba el opus 1 de Luigi. Manfredi y Luigi leyeron la noticia en "Le Mercure de France" y emprendieron rapidamente camino a París.

Le Mercure de France: Primera sinfonía para cuatro partes obligadas, a saber, dos violines, viola, y bajo continuo, con dos trompas de caza "ad libitum" ... del signore Bouqueriny, á Paris chez Grangé imprimeur-librarie au cabinet littérarie Pont Nôtre-Dame, près de la Pompe, 1767, avec aprobation et privilège du roi ...

Llegarón a París ese 1767 y se presentaron al barón Bagge, mediocre compositor y pesimio violinista pero que solia recibir a todos los artistas de paso por la ciudad y promocionar a los de más valía. Bagge quedo admirado del talento de ambos, se ofrecio a introducirles en la vida musical de la ciudad e invito a Luigi a residir en su Palacio.

En los salones de París pudieron conocer a grandes compositores (Leclair, Guillemain, Mondonville, Jarovich. Mestrino, Stamitz, Pisendel, Brenda, Kiesewetter, Fodor), violinistas (Somis, Pugnani, Gossec), y violonchelistas (Jean Pierre Duport) del momento. Comprobando que lo máximo para un artista era verse incluido en los programas de los "Concerts Spirituels" (que desde 1725 iluminaban la vida musical francesa con obras de los mejores autores del momento), siendo Gossec y Duport los solistas titulares de los mismos. Duport pronto se hizo gran amigo y admirador de Luigi.

Un hecho importante para Luigi, fue su encuentro (gracias a Bagge) con una gran y hermosa dama parisina: Brillon de Jouy, que tocaba varios instrumentos como el fortepiano y que había compuesto varias sonatas para el clavicembalo, de la que era una virtuosa. Pronto se hicieron grandes amigos y fue invitado asiduo y predilecto en el palacio de Passy, residencia de la dama. A ella dedico las 6 Sonatas para piano y violín de 1768.

A partir de 1797, le dedico toda una serie de obras con piano: los 6 quintetos de 1797, los 6 de 1797-1799, los 6 trios de 1780 y los quintetos de tendencias francesas op. 56 y op. 57. Son obras creadas en recuerdo de las inolvidables veladas d Passy y de la impresión que los grandes recursos del instrumento suscitaron en el ánimo de Luigi, avivado, quizá por una pasión imposible.

Gracias al barón y a madame Brillon, Luigi y Manfredi pudieron tocar en los mejores salones parisienses y obtener innumerables elogios. Al mismo tiempo en dichos salones pudieron ponerse en contacto con lo más ilustrado de la sociedad francesa, Rouseau, D'Alambert, etc. Comprobaron tambien que la gran admiración de otros tiempos se sentía por la música italiana estaba en decadencia: su caracter demasiado fáci, su ausencia de profundidad, la tendencia al virtuosismo puro por complacer a las masas, etc. Sin embargo, las nuevas exigencias parisienses de sencillez, sensibilidad y profundidad coincidian con las tendencias artísticas de Boccherini. Por su parte Manfredi consideraba buenos a los francese, en cuanto a técnica y ejecución, pero mediocres en expresividad.

Por el palacio del barón Bagge pasaban tambien los más renombrados editores musicales: Vérnier y Chevardière. Ver publicada una obra por Vérnier suponia asegurarse su difusión por toda la Europa musical de la época y Luigi lo consigió. Vérnier publico su op. 4 en marzo de 1768 y su op. 2 al mes siguiente.

En 20 de marzo de 1768, y nuevamente gracias al baron, Luigi y Manfredi actuaron en los "Concerts Spirituels" (en su sede de la "Salle des Suices", en las Tullerias), con un gran éxito de público, pero no de crítica.

Mercure de France: "Monsieur Manfredi tocó al violín un concierto compuesto por él, y podemos sentirnos satisfechos por el modo con que el público hizo justicia a su talento de artista compositor. Luego Monsieur Boccherini, ya conocido entre nosotros por sus Trios y Cuartetos de gran efecto, ejecuto de forma magistral, al violonchelo, una sonata de su invención", Bouchaumont en Mémoires Secrètes: "El 2 de abril de 1768 (sic) presentación de varios grandes maestros italianos. El famoso violinista Manfredi no ha obtenido el triumfo que esperaba, ya que su música ha parecido plana, la interpretación blanda y deshilvanada, y su modo de tocar enloquecido y desordenado. Monsieur Boccherini ha tocado el violonchelo con los mismos escasos aplausos: sus notas hacián daño al oido por su aspereza y acordes poco armoniosos ..."

A pesar de las críticas Manfredi fue llamado por los organizadores de los "Concers Spirituels" para repetir su conciento, quince días despues. Luigi no volvio a ser invitado a tales conciertos, quizas por la menor consideración del violonchelo, frente al violín; pero fue cortejado desde entonces por todos los editores y salones musicales de la capital.

Boccherini confirmó en Paris que las reglas son relativas y que solo conciernen a las formas, no al contenido. El contenido y el modo de expresarlo es materia reservada al autor, a su particular sensibilidad y peculiar modo de comunicarse en un determinado momento: cuando debe fijar en el papel sus ideas musicales.

Poco despues Joaquín Atanasio Pignatelli de Aragón Moncalvo, conde de Fuentes, embajador de España en París (1763-1773) y asiduo a las reuniones de Bagge y madame Brillon, animó a los dos amigos a trasladarse a Madrid, en donde numerosos italianos: Scarlatti, Farinelli, Sachetti, Brunetti, Conforto, Corsellim etc. disfrutaban de una excelente consideración. Allí un compositor como Boccherin y un virtuoso como Manfredi, tendrían la oportunidad de ser muy apreciados y componer en paz, y tambien de gozar de la munificencia del principe heredero Carlos (IV).

M A D R I D  (25 a 27 años)

Boccherini joven, Tomado de un retrato anónimo y grabado para la Ilustración Musical Hispano Americana por A. Bros (nº 141, Barcelona, 30-XI-1893)

En primavera de 1768 Boccherini y Manfredi emprendieron viaje a la corte de Madrid.

La corte española no residia propiamente en Madrid, sino que se desplazaba por varios palaciós cercanos a la capital: El pardo (desde el 10-enero), Aranjuez (primavera) , Madrid (27-junio), La Granja (27-julio), El escorial (10-octubre) y de nuevo en Madrid (5-diciembre). Desplazando un verdadero ejercito de servidumbre, auxiliares, cortesanos y diplomáticos. Los músicos de la Capilla Real, así como los del principe Carlos (IV) y los de los infantes Gabriel y Luis Antonio se trasladaban con toda la corte.

Esa misma primavera se interpreto en Aranjuez la ópera "L'Almeria", de la cual podemos leer el reparto en la Gaceta: "Música de Juan Francisco de Majo. Aria final del segundo acto es compuesta y acompañada con el violonchelo a solo del Sr. Luis Boccherini, luqués". En el reparto de la ópera se encontraban dos cantantes líricas, hermanas y procedentes de Roma: Maria Teresa y Clementina Pelliccia (o Pelicha). Luigi debío de quedar prendado de la soprano Clementina, pues la misma ópera se represento en otono de ese año en Valencia y con el mismo reparto.

Escribe Casanova en sus memorias (vol III, 1763-1764), sobre las actrices de dicha ópera: "... la primera actriz (María Teresa) es una romana apellidada Pellicia, ni bella ni fea, y de un talento mediocre. Ella tenía una hermana (Clementina) más joven y realmente agraciada, por no decir bella. Comimos ella (María Teresa), su marido, su hermana (Clementina), un celebre violonchelo (Boccherini) que la desposo un tiempo despues y yo ...."

Manfredi logró colocarse como violinista en la orquesta privada del infante Luis de Borbón, hermano de Carlos III y unos meses más tarde Boccherini, ya muy desanimado, hizo llegar al principe Carlos (IV) -mediante Manfredi- los Seis trios, op. 6 de 1769 para dos violines y un violonchelo (publicada posteriormente en 1771), sin ningún resultado.

Al no obtener ningún resultado con el principe de Asturias, Luigi aprovecha las representaciones que se daban en Cuaresma en el Teatro de los Caños del Peral (actual Teatro Real), para escribir su Concierto, Op. 7, publicado en noviembre de aquel 1769, por Vérnier con la indicación equivocada de "per la corte di Madrid".

Obra descrita por su biznieto como "Concerto a grande orchestra composto in Madrid per l'Academia dellos Caños del Peral l'anno 1769". Se trata de una de las obras más bastas y elaboradas que escribio Luigi, notandose el empeño que puso para destacar. Boccherini siempre manifestó una gran predilección por este concierto sinfónico, compuesto por dos violines principales, dos violines de ripieno, dos violas, un violonchelo, un contrabajo, dos oboes, dos fagots, dos trompas, hasta el punto de repetir algunos pasajes en su Cuarto quinteto, op. 10.

Orquesta del Infante don Luis   (27 a 33 años)
BOADILLA DEL MONTE

Luigi dedicó sus Seis cuartetos, Op. 8 compuestos en diciembre de 1769 al infante don Luis. Al infante debieron de causarle muy buena impresión y probablemente en los meses siguientes pudo disfrutar del virtuosismo de Boccherini al violonchelo y de escuchar algunas de sus obras anteriores y Boccherini debió de ver claro el futuro, pues mando venir de Italia a su madre.

El infante don Luis Antonio era una excelente persona, hombre fino, elegante, interesado por la cultura, enamorado de la música de cámara; tocaba el violín con cierta habilidad, era un gran coleccionista de arte, minerales, monedas, estudiosa de la historia natural y, en una palabra, un refinado hombre de mundo.

Luigi aprovecho aquel 1770 mostrando su maestria en diversos campos: Seis Cuartetos, Op. 9, una Sonata 23 para violonchelo y bajo continuo en si bemol mayor, un aria para soprano y orquesta y un Concierto nº 8 en do mayor para violonchelo y orquesta.

Los cuartetos "dedicati alli Signori Dilettanti di Madrid", que ponen de manifiesto la existencia de un público madrileño experto y aficionado a la música instrumental y ponen a Boccherini en el mismo nivel que Hydn y Mozart por su tratamiento de la melodía.

Finalmente un Real Decreto de 8 de noviembre de 1770, dictado en Aranjuez, le nombra violón de cámara y compositor de música del infante don Luis, con un sueldo de 14.000 reales de vellón. Las composiciones musicales de Boccherini serían, en lo sucesivo, propiedad del infante.

Solía el infante pasar bastante tiempo con sus músicos de cámara, hablando de música y escuchando las nuevas obras producidas en Europa. Residía en su palacio de Boadilla del Monte y acompañaba frecuentemente a su hermano Carlos III cuando se trasladaba de corte, llevandose consigo a su pequeña orquesta.

Luigi y Clementina aprovecharon la seguridad del nuevo empleo para casarse y residieron en el palacio de Boadilla del Monte, hasta 1776, al igual que las familias de los demás músicos de la orquesta del infante. El matrimonio tuvo seis hijos en los quince años de matrimonio (María Teresa, Mariana, Isabel, Luis Marcos, José Mariano y ?) .

En 1771, Luigi compuso sus primeros Seis quintetos, op. 10, para dos violines, viola y dos violonchelos. A los cuales les seguirian muchos más, manifestando con ello que la plantilla fija de la orquesta estaba constituida por un quinteto: Manfredi, violinista; Francisco Landini, violinista y antiguo profesor de violin del infante desde el 15-II-1747 (con sueldo de 8.000 reales), que había sido primer violín de la Real Capilla; Francisco Font, viola del infante desde el 9 de marzo de 1771 (con sueldo de 9.000 reales) y que había estado durante 25 años al servicio de Carlos III; y provablemente un segundo violonchelista.

Palico del infante Don Luis

De los siguientes Seis quintetos, Op. 11 , (G 271-276), el último es conocido como L'uccelliera (la pajarera). Incluye imitaciones de gorgeos de pájaros y algunos paisajes de tipo bucólico, inspirados en la pajarera que el infante tenía en Boadilla del Monte. El segundo movimiento, del mismo quinteto, lleva la indicación de "I pastori e li cacciatori" y parece inspirado en los tapices con escenas de caza que adornaban dicho palacio. Nuevamente, en Boccherini, los elementos descriptivos se imponen netamente sobre los formales.

Las pastorales en música, que habían sido muy habituales a principios del siglo XVIII, sonaban a moda pasada en 1771; no obstante, Boccherini decide incluirlas en sus quintetos, con ciertos movimientos dulces y moderados en los que se imitan las gaitas y dulzainas pastoriles. Los rasgos que aparecen en estos primeros quintetos se mantendrán a lo largo de su producción, en los que de vez en cuando reaparecen esas pastorales. En enero de 1775, Vérnier publico estos quintetos, con la indicación erronea de Op. 13.

El tercer movimiento del quinto quinteto (G 275), lo constituye su celebérrimo minueto, todo un símbolo del galante periodo rococó. Se puede percibir en el minueto, la intencionalidad bailable, el giro ligero de las parejas del minué, sus gráciles evoluciones en el inmenso salón de baile del palacio de Boadilla (hoy desgraciadamente compartimentado en varias salas sucesivas). Salón de baile desde el que se ven los jardines, el amplio huerto, los encinares sobre las suaves colinas; el mundo del minué y de la pastoral simultaneamente.

El minueto se hizo mundialmente famoso desde que en 1874 se empezó a interpretar como pieza suelta en París. En 1877 se tocó en Madrid y en vista del éxito, al director de la Unión Artístico-Musical, se le ocurrió hacer una transcripción orquestada del Minueto y presentarlo en el teatro Apolo (4-IV-1879). El público aplaudió de tal manera, que tuvo que repetirse dos veces y algunos críticos acabaron pidiendo al biznieto de Boccherini que escribiera su biografía.

En 1771 Boccherini compuso sus Seis sinfonias Op. 12, que describe como conciertos para la gran orquesta y en este grupo esta la más famosa de todas sus sinfonías la nº 4 titulada La casa del diavolo.

Son sinfonías magistrales, parangonables a las de Hydn y Mozar, en las cuales Boccherini se interesa por la expresión lírica, el refinamiento de los detalles y las texturas vivaces. "La Casa del diavolo" fue publicada en París en 1776 por La Chevardière, tomando el nombre del último movimiento, con temas infernales y que icluye la leyenda: "Chaconne qui représente l'Enfer et qui a été faite à l'imitation de celle de M. Gluck dans Le Festin de Pierre". El tema se repetió en 1774, en la "Danza delle Furie" de la opera "Orfeo y Eurídice" de Gluck y en el final de la ópera Don Giovanni de Mozart.

En 1772, Manfredi decidió volver, temporalmente, a Lucca para no perder su plaza de primer violinista en la orquesta palatina. Luigi le ofreció en la despedída el Concerto para violín en re mayor. Desgraciadamente, Manfredi enfermó al poco de llegar a Lucca y murió en 1777.

Con respecto a la marcha de Manfredi de la corte del infante don Luis, ha surgido toda una leyenda, apoyada en el cuadro de Goya La familia del infante don Luis y en el parecido del personaje de la derecha del cuadro con el existente de Manfredi en el Gabinetto Nazionale delle Stampe de Roma. Este personaje viste sus propias ropas y parece alejarse, en la penumbra, de don Luis y de los otros tres de la derecha, vestidos con la librea roja del servicio y que podrían ser Francisco Font, Boccherini y Font hijo (viola) (sic) . En la mesa, donde esta sentado el infante don Luis, hay unos naipes cuya disposición en la simbología del tarot significa traición. El cuadro expresaría la traición de Manfredi al dejar el cuarteto ideal del infante.

El 22 de septiembre de 1772, el infante sube el sueldo de Luigi hasta los 18.000 reales de vellón. La situación era inmejorable: Luigi disponía del grupo preciso para interpretar sus obras, un buen estipendio para escribirlas y los editores franceses que las publicaban con rapidez. Por otra parte el infante quería constantemente nuevas obras para sus músicos y para satisfacer a sus invitados.

Carlos Bertazzoni imprimió y publico en el Madrid de 1792 Seis Dúos a dos violines de Luigi Boccherini, presentandolos a Carlos III como muestra de su buen hacer y solicitandole la exclusiva en la impresión de música, cosa que le fue denegada.

Boccherini compone freneticamente durante todo el periodo en que estuvo en Boadilla del Monte: Los quintetos a dos violonchelos Op. 10, 11, 13, 18 y 20, y con flauta Op. 17 y 19, los Seis trios Op. 14, los Seis cuartetos Op. 15 y 22, los Seis sextetos con flauta Op. 16, las sinfonías Op. 12 y 21 y diversas obras no catalogadas, entre ellas quizá el conocido Concierto para violonchelo en si bemol mayor y dos Sonatas para violonchelo, totalizando 85 obras.

En las hermosas Seis sinfonias Op. 21, se aprecia la especial dedicación de las mismas al infante. En la nº 3, el día comienza con la caza (Allegro), prosigue con los melancólicos sentimientos personales (Larghetto) y termina con el baile (Minuetto). El Larghetto sostenido busca un colorido a veces casi lúgubre, romántico, oscuro y se adorna con el sentimental "suspiro de Mannheim", de modo que el Minuetto final se convierte en una especie de Allegro final, alejado del cadencioso espíritu del minueto bailable. Aqui apacece el verdadero sentido de los minuetos de Boccherini; no son para bailar, sino para evocar el baile; del mismo modo que el Allegro inicial no es para cazar, sino para evocar la caza. Este tipo de programa evocativo es el que pasará a Beethoven, a los postrománticos Chaikovsky y Mahler y a los músicos contemporaneos como Chostakovich.

También en Mannheim, Viena y otras ciudades germánicas se publicarón obras de Boccherini, cuya producción rivalizaba con la de Haydn. Sus contemporaneos apreciarón la simititud de ambos, pero por ser Boccherini un compositor más proximo al estilo galante o rococó, fue a veces llamado humoristicamente la sposina (la esposa), aludiendo al caracter más viril de las obras de hydn. En 1774 Luigi compuso Ballet español que fue representado en los teatros de Viena y Moscú.

Anecdota que contaba el biznieto de Luigi: "El infante condujo un día a Boccherini a Palacio para que Carlos (IV) pudiera oir los nuevos quintetos de Boccherini. El príncipe hacía de primer violín. Su parte tenía una serie de compases monótonos: do, si, do, si. El principe se levantó y dijo: ¡Esto es detestable!; ¡Do, si, do, si! Señor -contestó Boccherini- preste V.A. atención a las modulaciones que el segundo violín y la viola ejecutan, al pizzicato que se oye en el violonchelo, al propio tiempo que el primer violin se sostiene siempre uniforme. Esta uniformidad pierde su monotonia desde el momento en que entran los demás instrumentos y se mezclan en el diálogo. -!Do, si, do, si! ¡Y esto durante media hora! ¡Musica de mal principiante! - Señor, antes de emitir semejante juicio es preciso entender de música". Carlos (IV) vapuleó a Luigi y lo arrojo del palacio. Boccherini no volvió a pisar nunca más el Palacio Real.

En la primavera de 1776, mientras los Boccherini se encontraban en Aranjuez, acompañando al Infante, Santina (la madre de Luigi) enfermó. El infante puso a disposición de Boccherini a sus medicos personales, en un intento de salvar a la madre este, pero todo fue en vano. Santina murió y la postración de Luigi fue total, hasta el punto de mantenerse inactivo durante casi un año.

Orquesta del Infante don Luis   (33 a 35 años)
OLIAS-VELADA-CADALSO

El 27 de junio de 1776, el infante don Luis -al que su hermano Carlos III no le permitía casarse con ninguna princesa, para no poner en peligro la sucesión dinastica de su hijo Carlos (IV)- se caso con María Teresa de Vallabriga. La boda se celebró en la capilla del palacio de los duques de Fernandina en Olías del Rey y para tal ocasión, Luigi escribió una bella Serenata en Re Mayor para dos violines, bajo, dos oboes y dos trompas francesas.

Al tratarse de un matrimonio morganático, ni la mujer del infante, ni los hijos que tuvieran podrían acercarse a menos de 18 leguas de la corte. El 3 de julio de 1776 la corte del infante, con los Boccherini, se instaló en Velada, mientras el rey les buscaba un emplazamiento más definitivo, lejos de la corte.

En agosto de 1776, el infante contrató a Antonio Font, quizás hijo de Francisco Font, como primer violín de su orquesta, con un sueldo de 3.300 reales.

A principios de 1777 partieron a Cadalso de los vidrios, donde se hospedaron en el palacio de Villena, pero los servidores del palacio trataron de modo altanero a los vecinos del pueblo y estos acabaron apedreando el palacio y forzando al infante a buscar un nuevo emplazamiento.

Orquesta del Infante don Luis   (35 a 42 años)
ARENAS DE SAN PEDRO

En 1778 el infante fijó su residencia en Arenas de San Pedro, en el Palacio Viejo (casa de los Frías), ocupando su séquito (con los Boccherini) un buen número de casonas y corrales. Luigi continúo escribiendo Seis Cuartetos Op. 26 y, posiblemete a sugerencia de sus hermanos, escribió para su cuñado Onorato Viganò y su celebre familia de bailarines el ballet Céfalo y Procris, que representaron ese mismo año en Mestre.

En 1779, el infante contrató como violinista de su orquesta a Pablo Font, hermano de Antonio, con un sueldo de 2.200 reales de vellón. En varios de las obras que escribió Luigi ese año se hace notar cierta nostalgia o tristeza (sobre todo en los minuetos), quizas añorando sus estancias en Madrid.

El 22 de septiembre de 1780 escribió Luigi a Carlos Manuel Andreoli: "... escribo cada año tres obras, que suelen ser quintetos, cuartetos, trios, etc. ... Además pueden tener la seguridad de que no me quedo con ninguna de las obras que les he ofrecido salvo la copia reservada al servicio de Su Alteza Real, que permanece en lugar seguro; y que les entregaré fielmente los originales, reservandome una copia para mi, como siempre hago."

De 1780 son sus Quintetos Op. 30 con el celebre nº 6 de título La música nocturna de las calles de Madrid, en el cual se meclan los cantos sagrados del rosario a las danzas populares, desde el "Ave María della Parrochia" hasta la "Ritirata", las melodías cantadas en la vía pública, el rasgado de las guitarras y la retreta militar o "tempo di Marcia".

En 1781, quizas en honor a la reina de Portugal que había acudido a Arenas a visitar a su hermano el infante, Luigi escribió la primera versión del Stabat Mater Op. 31, para soprano (Clementina) con acompañamiento de dos violines, violonchelo y contrabajo. Posteriormente Luigi, con objeto de evitar la monotonia de una sola voz y el cansancio de la misma, reescribió la obra para tres voces, añadiendo un contralto y un tenor (Op. 61).

En mayo de 1781 acudió a Arenas el hermano de Luigi, Giovanni Gastone. No le veía desde 1764, entonces solo era un mediocre bailarín y ahora era un famoso poeta y libretista que había iniciado su carrera escribiendo para Salieri una excelente adaptación de Les Femmes Savantes de Molière, representada en Viena en 1770 con tan gran éxito que el mismo Hydn le encargo el libreto de El regreso de Tobías. A pesar de que durante su estancia en España, Salieri mantuvo el sueldo a Giovanni, el infante Don Luis le contrato con un sueldo de 2.200 reales de vellón (¿Algún libreto?). Giovanni residió en Talavera de la Reina, a 40 km de Arenas, hasta principios de 1782, en que volvió a Viena.

Giovanni escribió a Salieri nada más llegar a Arenas: "... todo marcha bien de nuevo ..." y ya a punto de marcharse "... nonostante quanto sopra, fino a quando io non riesca a stabilirmi a Cadice o a Barcelona o in qualsiasi altra città dove possa occuparmi di poesia italiana, siempre mi considerò posto al di fuori della mia propia area e non sarò mai contento in questo regno."

Desde Arenas, Luigi sigue al corriente de la música que se realiza en Europa y siente tal entusiasmo por Hydn que intenta ponerse en contacto con el:

Luigi pide en febrero de 1781 al editor vienés Artaria que "... Si, como pienso, hay alguien entre sus señorias relacionado con el señor Giusseppe Haydn, compositor admirado por mí en el más alto grado y en el mundo entero, que tenga la amabilidad de presentarle mis respetos y decirle que soy uno de los más fervientes admiradores tanto de su genio como de sus composiciones musicales, recibidad aquí con toda la estima que en estricta justicia merecen". Hydn respondió a Artaria demandandole la dirección de Boccherini " ..., para poder escribir personalmente al Sr. Boccherini ..." y este posiblemente olvidó darsela, pues en agosto de 1782 Hydn se quejaba (a Artaria) de no poder contestar a Boccherini y le rogaba que le saludase en su nombre.

El infante jubiló a Francisco Landini dejandole una pensión de 8.000 reales, contrató a Juan Font, con un sueldo de 4.500 reales de vellón y aumento el sueldo a sus hermanos: Antonio paso a 7.700, Pablo a 5.500. Así la orquesta del infante paso a estar constituida por la familia-cuarteto Font (padre a la viola y los tres hijos al violín) más Luigi Boccherini.

En 1782, año en que Luigi tuvo a su hija Mariana ocurrieron dos hechos que le marcarían el futuro: En primer lugar, conoció a la condesa de Benavente (duquesa de Osuna), dama extremadamente culta, inteligente, refinada y elegante, gran aficionada a la música (tenía en nómina a Hydn) y a las artes y que le causó tal impresión, que Luigi le dedico una de las sinfonias que compuso ese año. En segundo lugar Luigi fue encargado de organizar un concierto en La Corte con motivo de la presentación del embajador de Prusia en Madrid y a demandas de este. El concierto (sus Cuartetos Op. 33 escritos el año anterior) tuvo tal éxito que el embajador envió un ejemplar de los cuartetos al principe heredero Federico Guillermo.

En una carta del principe Federico Guillermo, fechada en Postdam el 1 de octubre de 1783, tras acusar recibo de los cuartetos, confesaba a Boccherini que prefería su música porque era la única que le proporcionaba un verdadero deleite, le rogaba que siguiese mandándole sus nuevas composiciones y le ofrecía una tabaquera de oro en agradecimiento.

En 1783 el infante y su séquito se trasladaron al palacio de La Mosquera, aún en construcción. Alli Luigi escribió sus Villancicos para cuatro voces y orquesta. Posiblemente ese año se resintió de la tuberculosis que arrastraba desde hacía tiempo, pues ese año apenas ecribió ninguna obra más. Ese año y al siguiente el gran pintor Goya paso varios meses en el palacio del Infante. El 17 de agosto de 1784, el infante nombra a Luigi su compositor de música, le asigna otros 12.000 reales y le otorga libertad para editar y vender sus obras.

Desgraciadamente el 2 de abril de 1785 murió de repente, a causa de una apoplejía, su esposa Clementina y el 7 de agosto del mismo año lo hizo el infante don Luis. Luigi quedo desolado y con un incierto futuro. El rey Carlos III, atendiendo a los ruegos de su difunto hermano, dispuso que se pagasen los sueldos de los servidores del infante durante seis meses. Boccherini recurre al rey y consigue de este una pensión anual de 12.000 reales (que recibió puntualmente hasta su muerte).

"Señor: Don Luis Boccherini, criado del Sermo. Sor. Ynfante Dn. Luis, ... le eligiese por su violón de camara, y compositor de música ... de tener seis hijos huérfanos de Madre, y quince años que lleva expuestos de méritos, y verse quedar en la calle, y con los trabajos que subsiguen a la indigencia, recurre a la piedad de V.M. ... le patrocine continuamente su sueldo, y destinándole en lo que su real ánimo le dicte, ... Madrid, 28 de septiembre de 1785. Luis Boccherini.". La respuesta de Carlos III fue inmediata: "que el Pat(ria)rca le dé la primera plaza de violón que vaque en la Capilla, sin oposición, y que entretanto se le asista con 1.200 reales. San Lorenzo, 23 noviembre 1785".

Tambien escribió Luigi al principe Federico Guillermo de Prusia, ofreciendole sus servicios. El principe le contesta el 21 de enero de 1786, nombrandole su Compositor de Cámara, con un sueldo de 1000 coronas alemanas y la obligación de enviarle anualmente un cierto número de cuartetos y quintetos.

Boccherini envió regularmente las composiciones pactadas al ya rey Federico Gullermo II de Prusia, desde 1787 hasta octubre de 1797, copiando las obras en octabillas con objeto de facilitar el envio. Luigi envió más de 70 obras (trios, quintetos, sinfonías, etc.), de las cuales 56 lo fueron en exclusiva. En Berlín se hacia una copia de cada una para la Biblioteca Real.

Orquesta de la condesa de Benavente   (43 a 46 años)
ALAMEDA DE OSUNA

En marzo de 1786, Luigi es nombrado director de la orquesta de María Josefa de la Soledad, condesa de Benavente y duquesa de Osuna. Que ya había acogido a Francisco de Goya y a otros protegidos del difunto infante. La condesa residía en el palacio "El Capricho", en la Alameda de Osuna, a escasos kilometros de Madrid, en el cual celebraba espectaculares fiestas, veladas literarias y reuniones musicales.

"Los claveros del Arca de la tesoreria de mi casa pagarán en virtud de éste y de recibo a D. Luis Boccherini, músico Director de mi orquesta, 10.000 reales de vellón importe de los diez meses contados desde marzo de 1786 en el que le admití de tal con el sueldo de mil reales en cada uno, ... Madrid, 30 de abril de 1787. La Condesa-Duquesa."

La orquesta de la condesa estaba dirigida hasta la llegada de Boccherini por el compositor Lidón, al que substituyo, y contaba con el violinista Rafael García, el oboe Gaspare Barli, el clavicembalista Blas de Laserna y un buen guitarrista como era el propio duque de Osuna. La condesa recibía puntualmete las últimas novedades musicales europeas: Mozart, Paisiello, Cimarosa, Hydn, etc. y había comprado a Hydn toda la música libre que compusiera (unas 12 piezas anuales). Boccherini pudo disponer de una orquesta de quince elementos (con un magnífico fortepiano) y de un archivo musical de primera categoría, pero tambien de continuos compromisos.

Existía por aquel entonces cierta rivalidad artistica entre la condesa de Benavente y la duquesa de Alba, a la que no fueron ajenas las orquestas de ambas damas. Nuevamente Bruneti, compositor de la duquesa de Alba y gran fama en España y Europa, volvía a rivalizar con Boccherini.

En 1786, Luigi escribió para la condesa sus Seis Quintetos Op. 36 y la ópera La Clementina, cuyo libreto fue encargado por la condesa al gran poeta Ramón de la Cruz.

Más que una ópera La Clementina es una zarzuela en dos actos o, en la terminología de la época, una comedia de música. Fue interpretada por los miembros de la familia Osuna durante los festejos de la navidad de 1786. La obertura formada por un Allegro vivo assai, daba paso a un Andantino con moto y finalizaba el primer acto con un "¡La comida provecho nos hara!". Tras lo cual se sirvíó la cena en un salón contiguo al teatrillo. El segundo acto se iniciaba con un texto hablado, interrumpido por frecuentes Arias y terminaba, al igual que el primer acto, con un sexteto de seis personajes (4 sopranos un tenor y un bajo). La orquesta estaba formada por dos violines, dos violas, un contrabajo, dos flautas, dos oboes, dos fagotes y dos trompas francesas.

La representación fue todo un gran exito en la Corte, colocando el salón de la condesa de Benavente muy por encima del de su prima la duquesa de Alba y los elogios a Ramón de la Cruz y a Boccherini se estendieron por todo Madrid. Luigi se encontraba en la cumbre de su fama y se le consideraba creador de la nueva moda de musica de cámara.

La fama de Boccherini crecía a la par en toda Europa, gracias a la difusión que Pleyer hacía de sus obras. El gran Viotti interpretaba aquella "musica celestial". Algunos instrumentistas realizaron viajes a Madrid para conocer expresamente a Boccherini, como el violenchelista Bernard Romberg o los violinistas Pierre Rode y Alexandre Boucher.

Los Boccherini se trasladaron al primer piso del número 18 de la calle Madera Alta de Madrid.

Nos cuenta el biznieto de Boccherini: "El violinista Alejandro Boucher pidió un día permiso a Boccherini para tocar uno de sus quintetos en casa de Benavente. No se lo concedió. Boucher insistió y comenzó a tocar. Boccherini le recogió los papeles. -Sois demasiado joven para tocar mi música. Boucher le rogó le enseñara a ejecutarla y Boccherini accedió".. Alejandró contaba con 10 años y su fama de violinista se extendería por toda Europa.

Para los bailes de carnaval de 1788, Luigi escribió expresamente para la condesa Diez minués Op. 41 bailables con toda la orquesta. La fama de Boccherini segía creciendo hasta el punto que un rico portugues, llamado Pacheco, consiguió de la condesa que le cediese a Boccherini para una representación. Boccherini se encontro con una pesima orquesta, formada principalmente por guitarristas de los destinados a alegrar los bailes. Boccherini en términos muy duros dejo plantado a Pacheco. Despues de lo cual ceso la relación entre Boccherini y la condesa de Benavente. La ruptura devió de ser definitiva pues Luigi no volvería a acudir nunca más a la generosidad de la condesa.

Compositor de Federico Guillermo II de Prusia  (47 a 54 años)
M A D R I D

Algunas biografías de Boccherini dan por sentado que este estuvo en Alemania entre los años 1787 y 1796, basandose en la existencia de una supuesta carta de Boccherini enviada desde Breslau al marqués Lucchesini en Postdam el 30 de julio de 1787. La carta de la que solo existe una copia en Aleman (y ningún original) no se corresponde con el estilo de Boccherini. Por otraparte, las condiciones de salud de Boccherini hacen dificil de suponer que este realizara tal viaje y que se alejase tanto y tantos años de su familia.

Los siguientes años, contando con las pensiones concedidas por Carlos III y Federico Guillermo II de Prusia y cada vez más enfermo de los nervios y del pecho, los dedico Luigi a la composición, posiblemente participando de forma ocasional en los conciertos de los Caños del Peral y en las veladas de la nobleza madrileña (tambien escribió obras para la Casa Real y para el duque de Alba). En 1788 Boccherini escribió doce obras, ocho en 1789, seis en 1790, veinticuatro en 1791-1792, doce en 1793, once en 1794, doce en 1795 y dieciocho en 1796, obras que eran publicadas en Paris por el editor Ignaz Pleyel.

Boccherini fue enviando a Pleyel copia de cuantas obras poseía, inicandole en todos los caso quienes eran sus legítimos propietarios, lo cual no siempre era respetado por el editor. Pleyel demoraba constantemente sus pagos a Boccherini y este en un intento de aumentar la confianza del editor, cedió ante notario todos los derechos de propiedad de una serie de sus obras.

En enero de 1797 se representó en Madrid la ópera "Dorval e Virginia" com música de Guglielmi, que posiblemente sirvió a Boccherini de inspiración para componer la música de otra ópera que con el mismo título se representó en Turin en 1799.

Entre tanto las relaciones con Pleyer se complicaban, este no solo no le pagaba, sino que ni siquiera le recogía las obras encargadas. En agosto de 1997 Luigi y Pleyer consiguieron arreglar sus diferencias, consintiendo Luigi que arreglase algunos de sus nocturnos para instrumentos de viento, pues no encontraba instrumentistas de oboe capaz de tocarlos.

En 1797, Boccherini se casó en segundas nupcias con María del Pilar Joaquina Porretti, hija del italiano Domingo Porreti, violonchelista la Capilla Real (entre 1734 y 1783 en que falleció) y antiguo amigo suyo.

En octubre de 1797 Luigi envió a Berlin sus Quintetos Op. 56 y al poco tiempo murió su protector y admirador Federico Guillermo II de Prusia. Luigi intentó mantener el cargo en la corte del nuevo rey, pero este no consintió.

Boccherini escribió al nuevo monarca prusiano, del 25 de enero de 1798, solicitando "... empleo en que radica mi propia felicidad y la de mi familia, amén de mi mayor gloria". La respuesta llegó el 2 de marzo: "El rey informa al Sr. Boccherini ..., que no necesitando los servicios por los que recibía una pensión del difunto Rey, padre de Su Majestad, tal pensión debe cesar."

Boccherini ya contaba tan solo con la pensión de Carlos III, como agregado a la Real Capilla, e intento buscar unas mejores condiciones económicas de Pleyer, para lo cual se vió obligado a amenazarlo, en diciembre de 1798, con ceder sus obras a otros editores. La correspondencia de Luigi con Pleyer desvela las dificultades económicas que atravesaba la familia Boccherini. Por su parte Pleyel aconsejaba a Boccherini cambiar su estilo para complacer mejor al gusto frances y poder vender sus obras más facilmente.

EL 18 de marzo de 1799 Boccherini respondía a Playel: "Hace más de 40 años que escribo música y no sería Boccherini si hubiese escrito como vos me aconsejais que haga ..."

Compositor de Luciano Bonaparte  (58 a 59 años)
M A D R I D

Como las dificultades económicas crecian, Boccherini intentó seguir los consejos editoriales de Pleyel en algunas de sus nuevas obras. Pleyel se aprovecho en más de una ocasión del estado de indigencia de Boccherini, pero llevado por su animo de lucro, difundió la obra de este por toda Europa.

El 8 de julio de 1799 Luigi, tomando posición al lado del pueblo frances en los acontecimientos que siguieron a la revolución francesa, ofreció al representante del Pueblo Marie-Joseph Chénier los Seis Quintetos Op. 57 para pianoforte, dos violines, viola y violonchelo, compuestos en ese mismo año y dedicados a la nación Francesa. Luciano Bonaparte, hermano de Napoleón y ministro del Interior intervino (probablemente) para que en reconocimiento a la obra de Boccherini y a su gesto con el pueblo frances, se le ofreciera un puesto en la junta de administración del Conservatorio de Paris. Puesto que Boccherini rechazó, seguramente por razones familiares y de salud.

El 6 de septiembre de 1799 Luigi dicta su testamento.

En diciembre de 1800 Luciano Bonaparte, probablemente el más inteligente y culto de la familía, llega a Madrid como embajador de Francia y ofreció a Boccherini el cargo de director de los conciertos que pensaba organizar en Madrid. Luciano sintonizó perfectamente con el primer ministro Godoy y con la aristocracia madrileña. Los conciertos y bailes fueron innumerables. Probablemente en alguno de estos actos Boccherini se encontro con la Condesa de Chinchón, esposa del Godoy e hija de su antiguo protector, el Infante don Luis.

La famila Boccherini se traslado a vivir a la calle Prado, mucho más elegante que la calle Madera Alta (quizas gracias a Luiciano). El 10 de diciembre de 1801, Luciano tuvo que dejar España (Napoleón estaba molesto con el por el modo en que, junto a Godoy, había llevado la guerra Hispano-Portugesa).

En 1802, Boccherini pudo corresponder a la generosidad de Luciano, enviandole sus Seis Quintetos Op. 62 para dos violas. Tambien escribió una Cantata al Emperador de Rusia, posiblemente intentando buscarse un nuevo protector. Pero las desgracias continuaron y el 11 de julio murió su hija Mariana y poco despues Isabel . Luigi desesperado, ofreció nuevas composiciones a sus editores Pleyel y Sieber, recordandoles que él y su familia se encontraban casi en la indigencia.

Jesús y María  (60 a 62 años)
M A D R I D

Las dificultades económicas se incrementaron y la familia Boccherini tuvo que trasladarse a vivir a un sola habitación de un piso del nº 5 de la calle Jesús y María. Allí, según nos cuenta la pianista francesa Sophie Gail, Boccherini se había construido una pequeña plataforma a la cual se subía mediante una escalerilla y en la que había dispuesto una silla, una mesa y una vieja viola medio desencordada con la que poder continuar su trabajo.

Mme Gail escribió tras la visita que efectuó a la casa de Boccherini en 1803: "¡Pobre artista!, despues de tanto estudio y tantas fatigas, ¡a qué miseria te ha conducido el desdén de un Borbón de España!"

En 1804 escribió el Quinteto Op. 64 nº1 y comenzó el primer movimiento del nº2, que ya no pudo concluir pues al poco murieron su hija María Teresa y su mujer Joaquina.

El 28 mayo de 1805, a consecuencia de una complicación pulmonar, murió Boccherini. El 29 se celebraron las honras funebres en la iglesia de San Justo en donde fue enterrado en una fosa común. Solo le sobrevivieron sus hijos Luis Marcos, sacerdote y José Mariano, archivero.

El diario aleman Allgemeine Musikalische Zeitung del 21 de agosto de 1805 escribió sobre Boccherini: "verdaderamente uno de los compositores más distinguidos de música instrumental de su país, Italia. A diferencia de la mayor parte de sus compatriotas, evolucionó acorde con las épocas y con el desarrollo del arte de la música en Alemania. (De Haydn) asimiló en su propia obra todo lo que pudo sin negar su propia personalidad. Italia le considera por lo menos en la misma altura que Hydn en virtud de sus cuartetos y música similar; España, donde transcurrio la mayor parte de su vida creadora, en muchas de sus obras lo prefiere al maestro alemán, que, en ese país, es a veces considerado excesivamente erudito. Francia, sin desear colocarlo en el mismo nivel que Hydn, le tiene en mucha estima, mientras que Alemania, con su actual preferencia por todo lo que es más defícil, más artificioso, más erudito, parece aún conocerlo demasiado poco. Se distinguió en la causa de la música instrumental italiana, española (y probablemente tambien francesa), habiendo sido el primero en escribir cuartetos para cuerdas, en los cuales cada instrumento tiene asignada una parte importante."

EN 1929 la ciudad de Lucca trasladó sus restos al panteón de sus hijos ilustres, en el que una inscripción reza:

Luis Boccherini: tuvo conciencia de su dignidad y fue pura alma de artista. Abrió una era nueva a la música instrumental de cámara. Honró a Italia fuera de Italia.


 
 
 


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